Nos encontramos con una novela clásica y muy conocida, en la que aparecen dos jóvenes de familias acomodadas: Calisto y Melibea.
Calisto está locamente enamorado de la joven Melibea, que en un principio, da a entender que lo rechaza de plano, para que él siga intentando conquistarla y ella, poco a poco, vaya dejando abrir su corazón. Calisto no entiende esto y piensa que es inalcanzable para él. Así, piensa que ha caído en la enfermedad del amor. Uno de sus sirvientes; Sempronio, le aconseja los servicios de una vieja alcahueta de la zona llamada Celestina, que ha convencido a más de una joven de la zona en casos similares a este. Después de muchas artimañas, la Celestina consigue que Melibea reconozca su amor por Calisto. En uno de los encuentros que tienen estos dos enamorados, Calisto sufre un terrible accidente. Tremendamente dolorida por esto, Melibea se suicida después de contarle a su padre todo lo que había pasado y pidiendo perdón por lo que estaba a punto de suceder. En el último capítulo el padre de Melibea, Pleberio, lamenta la pérdida de su hija.
En mi opinión, es una lectura fácil de leer, ya que, he leído la adaptación de la novela en castellano actual. Ha sido una novela bastante amena. A pesar de esto, no ha sido una de las novelas que me ha gustado debido a su historia un poco absurda. No obstante, recomiendo este libro a todos aquellos que les gusten las historias de amor o las novelas románticas.
Firmado: Cristina.
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